Es una práctica que combina posturas, movimientos, ejercicios respiratorios, visualizaciones y meditaciones guiadas. Se trabaja con el cuerpo físico, moviéndolo y llevándolo a posiciones en las que no se lo suele poner en el hacer cotidiano; pero por sobre todo se trabaja con el cuerpo mental, emocional y energético. A través de tales movimientos buscamos generar consciencia sobre el estado de nuestro cuerpo, acallar la mente, poner en pausa nuestras emociones y percibir nuestro campo de energía, logrando así activar y destrabar vórtices energéticos que favorecen el estado de nuestra salud general
“Encuentra la paz dentro del caos y la fuerza dentro de la suavidad, a través de la práctica del Hatha Yoga”.
Hacer yoga durante el embarazo puede proporcionar muchos beneficios tanto para vos como para tu bebé.
Una vez que se llega a la semana 12 o 14, se puede comenzar a practicar yoga prenatal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada mujer y cada embarazo son diferentes, por lo que es importante hablar con tu médico antes de comenzar cualquier tipo de actividad física durante el embarazo.
La conexión mente-cuerpo: Practicar yoga me ayuda a conectar con mi cuerpo y con mi mente, y a ser consciente de mis pensamientos y emociones. Me ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y a sentirme más presente y en calma.
La variedad: Desde el yoga suave y restaurativo hasta el yoga dinámico y vigorizante, siempre encuentro algo que se adapta a mi estado de ánimo y nivel de energía.
Los beneficios físicos: Practicar regularmente me ha ayudado a mejorar mi fuerza, flexibilidad y equilibrio, a reducir dolores de espalda, tensiones musculares y a mejorar mi postura.
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